Recuerdo mucho que a comienzos de los 80s acá en Colombia (y me imagino que en otros paíseses de Latinoamérica), hubo un furor por las bebidas refrescantes energéticas, y muchos padres les compraban dichas bebidas (venían en embases de metal, no de plástico como hoy en día) a sus hijos para ayudarlos a crecer sanos y fuertes. Los niños de esa época no ponían ningún reparo para tomar dichas bebidas, ya que por el contrario, cuando acompañaban a sus padres a hacer compras en el supermercado siempre le recordaban que compraran su bebida refrescante energética favorita, como Milo, Chocolisto, Frescavena, etc. La compañías que producían estas bebidas elaboraban grandes campañas publicitarias en las que incentivaban a los padres a comprar las bebidas en polvo, las cuales se preparaban con leche y azucar al gusto por parte de las cariñosas mamás. La forma más efectiva de promover una bebida energética en los 80s (al no haber Internet en Latinoamérica) era indiscutiblemente por medio de los comerciales de televisión, los cuales eran protagonizados por niños o pre-adolescentes realizando actividades deportivas, y que supuestamente en dichas actividades se lograba un mejor rendimiento gracias al consumo de la bebida refrescante energética de turno.
Uno de los comerciales que más recuerdo, era el comercial de Frescavena de 1989, donde un niño entrena para un partido de fútbol, y se refuerza a si mismo, consumiendo Frescavena, lo que hace que se convierta en un jugador habilidoso, logrando un heróico gol, ante la gran alegría de sus compañeros de equipo que se avalanzan sobre él para felicitarlo. Recuerdo perfecamente el coro de dicho comercial: "Y dale fuerza, Frescavena, y dale fuerza, Frescavena"...
Cuantos recuerdos me trae este nostálgico comercial de Frescavena...
COMERCIAL FRESCAVENA - 1989
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