Hoy en día, la gran mayoría de las personas no saben vivir sin un teléfono inteligente (smartphone). Muchas personas alrededor del mundo revisan sus redes sociales a diario, a la vez que hacen publicaciones y realizan comentarios de publicaciones de terceros.
Me atrevería a afirmar que es casi imposible que una persona de hoy en día pueda pasar uno o dos días sin tocar su smartphone. Esa es una realidad que no podemos negar.
Pero las cosas no siempre fueron así. Hace más de 25 años, la mayoría de las personas vivían sus vidas sin apenas pensar en comunicarse con otra persona a través de un dispositivo electrónico o mecanico-eléctrico, como es el caso del aparato que le da título a este post.
Desde la dećada de los 50s, 60s, 70s, 80s y 90s, era común que en algunas casas viéramos a este extraño teléfono de disco, algunos de bonitos colores, reposando en una mesita. Era como un adorno más de la casa, y los jóvenes y adultos de aquellos tiempos podían pasar días y semanas sin tocarlo.
El sonido que hacía al girar el disco de marcado y la lentitud al marcar, hacía que muchos solo lo utilizaran solo si era absolutamente necesario. Algunos padres le ponían pequeños candados para evitar que los niños lo usarn, y así evitar que las facturas por el uso del mismo fueran elevadas.
¿Tuviste uno de esos teléfonos en tu casa?
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